Cuando se realiza de manera consistente, correr es una forma efectiva de acelerar su metabolismo y ejercitar sus pulmones y corazón. Sin embargo, correr no tiene sus inconvenientes, ya que puede ejercer mucha presión sobre las piernas y los pies. Si tiene sobrepeso, tiene las rodillas débiles o usa zapatos que no le quedan bien a sus pies, correr puede dañar sus rodillas, produciendo síntomas de moretones e hinchazón. Algunas enfermedades, como la artritis, también pueden causar síntomas similares. Si experimenta contusiones e hinchazón en las rodillas constantemente después de correr, consulte a un médico.
Caracteristicas
Los moretones y la hinchazón en las rodillas son indicativos de trauma. Los moretones son el resultado de la ruptura de los vasos sanguíneos y la filtración de sangre en el tejido debajo de la piel. La hinchazón puede ser el resultado de un trauma adicional en el tejido, inflamación o acumulación de sangre. En casos severos, sus rodillas pueden estar rígidas y su rango de movimiento puede ser limitado. En la mayoría de los casos, las rodillas serán dolorosas. De lo contrario, la hinchazón y los hematomas pueden deberse a un trastorno médico subyacente.
Causas
Una variedad de problemas subyacentes puede provocar rodillas magulladas e hinchadas después de correr. Si usa zapatos que no le quedan bien, es posible que esté ajustando la marcha, lo que luego ejerce presión sobre los huesos, tendones o ligamentos de la rodilla. Correr en superficies duras o irregulares puede provocar rodillas magulladas e hinchadas, especialmente si tiene sobrepeso o no ha hecho ejercicio durante mucho tiempo. Un problema estructural con las rodillas puede provocar hematomas e hinchazón debido a la presión ejercida sobre el tejido y los vasos sanguíneos. En algunos casos, un trastorno médico subyacente, como la artritis, puede ser la causa.
Tratamiento
Los moretones y la hinchazón en las rodillas deben tratarse con reposo, hielo, compresión y elevación, el protocolo RICE. Aplique hielo en las rodillas cada hora durante 20 minutos seguidos por hasta cuatro horas después de correr. Envuelva la compresa de hielo en una toalla para evitar dañar su piel. Eleve las rodillas sobre su corazón para ayudar a evitar que la sangre y otros fluidos se acumulen y causen más hinchazón. Envuelva sus rodillas con una venda para ayudar con la hinchazón y acelerar el proceso de curación. Descanse las rodillas tanto como sea posible para permitir que sanen de manera más rápida y efectiva.