Puede experimentar fácilmente el trabajo o el ejercicio excesivo. Hacer frente a una forma extrema de esta afección, la rabdomiólisis por esfuerzo, puede poner en peligro su vida. Aprender sobre las estadísticas ergonómicas de lesiones y el esfuerzo excesivo del ejercicio puede ayudarlo a mantenerse seguro tanto en el trabajo como en el gimnasio.
Signos y síntomas de sobreesfuerzo
Los síntomas de un esfuerzo corporal excesivo probablemente aparecerán poco después de un intenso ejercicio. También puede sucederle en el trabajo, según un informe de 2019 del Consejo Nacional de Seguridad. De hecho, las estadísticas de lesiones ergonómicas sugieren que el sobreesfuerzo causa el 35 por ciento de todas las lesiones relacionadas con el trabajo.
Durante el esfuerzo excesivo, sus músculos se sentirán débiles y doloridos y su orina se oscurecerá. Estos síntomas pueden ser el resultado de la toxicidad del medicamento, lesiones musculares o estrés por calor. También pueden resultar del cambio en el equilibrio entre cómo su cuerpo produce energía y la usa.
Los músculos se descomponen cuando desarrolla rabdomiólisis. Este cambio desencadena la liberación de varios productos químicos, incluida la lactato deshidrogenasa, la creatina quinasa y la aldolasa, según un artículo publicado en Cureus en marzo de 2019.
La rabdomiólisis no es una afección autolimitada; puede continuar hasta el punto de insuficiencia renal. Si tiene alguno de estos síntomas, busque atención médica de inmediato.
Menos del 10 por ciento de las personas muestran todos los signos de sobreesfuerzo, según un informe publicado en la edición de primavera de 2015 del Ochsner Journal . Por ejemplo, más del 50 por ciento no experimenta debilidad muscular y dolor. Es posible que necesite una extracción de sangre para obtener un diagnóstico de rabdomiólisis.
Tener una creatina quinasa alta le da a los médicos el mejor marcador de diagnóstico. Los niveles normales de creatina quinasa son de alrededor de 100 UI / L, y los niveles superiores a 5, 000 UI / L indican daño muscular.
También existen muchas señales de advertencia psicológica para el esfuerzo corporal intenso. Estos síntomas incluyen confusión, agitación y delirio, según un artículo publicado en la edición de agosto de 2014 de la revista Neuromuscular Disorders . Sentirse inusualmente fatigado día tras día también puede indicar rabdomiólisis.
Prevención y tratamiento
La prevención del esfuerzo excesivo del ejercicio debe centrarse en identificar sus factores de riesgo. Los autores de una revisión en la edición de octubre de 2013 del Muscles, Ligaments and Tendons Journal enumeraron varios factores, incluido el ejercicio en un entorno desfavorable. La humedad y el calor extremos pueden causar sudoración excesiva, lo que puede reducir los niveles de potasio. Estar inusualmente cansado o tener asma también puede desempeñar un papel.
Algunas personas tienen una mayor susceptibilidad al ejercicio. Las personas con antecedentes de rabdomiólisis tienen una mayor probabilidad de volver a experimentarla. Las personas sedentarias y los adultos mayores también están en riesgo. Tener una enfermedad muscular como la distrofia muscular también aumenta el riesgo.
Trabajar con un entrenador personal o entrenador puede ayudar a prevenir daños por el esfuerzo corporal extremo. Un experto en acondicionamiento físico debe tener en cuenta sus factores de riesgo durante cada entrenamiento. También deben conocer los síntomas y signos del sobreesfuerzo físico. Finalmente, también deben tener un plan de respuesta de emergencia y estar preparados para actuar.
Sobreesfuerzo: demografía y causas
La rabdomiólisis por esfuerzo generalmente ocurre en adultos más jóvenes que realizan entrenamientos extremos como los asociados con el entrenamiento de fútbol de verano y los campamentos militares. Curiosamente, solo le sucede a algunas de estas personas. Los autores de un artículo publicado en el European Journal of Applied Physiology en agosto de 2013 se refirieron a estos temas como "de alta respuesta", ya que han elevado los niveles de creatina quinasa.
El mecanismo exacto subyacente a esta sensibilidad sigue siendo desconocido, pero la genética parece jugar un papel. Las personas con el rasgo de células falciformes tienen un mayor riesgo de desarrollar rabdomiólisis, según un artículo publicado en la edición de agosto de 2016 del New England Journal of Medicine .
Este equipo de investigación hizo otros descubrimientos interesantes mientras estudiaba su muestra de casi 50, 000 soldados. Los adultos mayores también tenían un mayor riesgo de desarrollar rabdomiólisis que los adultos más jóvenes y los hombres tenían un mayor riesgo que las mujeres.
Tu composición corporal también importa. Los autores de un artículo en la edición de junio de 2015 de la revista Journal of Exercise Nutrition and Biochemistry mostraron que los que responden mucho tienen un mayor nivel de grasa corporal.