El síndrome de salida torácica es una afección dolorosa que ocurre cuando la clavícula se desliza hacia adelante debido al mal control muscular, ejerciendo presión sobre los nervios entre la clavícula y la costilla superior. Las lesiones, las enfermedades y la genética pueden hacer que desarrolle el síndrome de salida torácica. Los síntomas principales de la afección son un dolor adolorido en el hombro, brazo o cuello; hinchazón o enrojecimiento en uno de sus brazos; y un rango de movimiento limitado en su brazo afectado.
Estiramiento de la esquina
Alivie el dolor del síndrome de salida torácica con un estiramiento de esquina. Párate en la esquina de una habitación y mira hacia las paredes, a aproximadamente 1 pie de distancia. Levante los brazos y coloque cada palma plana contra una pared, con una mano en cada pared a la altura de los hombros. Inclínese lentamente hacia adelante hasta que sienta un estiramiento en la parte delantera de su pecho. Mantenga la posición durante cinco segundos, luego suelte.
Estiramiento del cuello
Estire los músculos del cuello para aliviar la presión sobre los nervios causada por el síndrome de salida torácica. Mientras está sentado cómodamente en una silla, levante el brazo izquierdo y levante la mano izquierda sobre la cabeza, colocando la mano en el lado derecho de la cabeza. Incline la oreja izquierda hacia el hombro izquierdo para estirar el lado derecho de su cuello. Mantenga esta posición durante cinco segundos, luego suelte y repita en el otro lado.
Mentonera
Manteniendo los ojos y la mandíbula nivelados, tira la cabeza hacia atrás, como si trataras de darte una papada. Este es un tramo muy sutil. Mantenga la posición durante cinco segundos, luego suelte.
Rollos de hombro
Realice los rollos de hombros clásicos encogiendo lentamente los hombros hacia las orejas, luego moviendo los hombros hacia atrás y luego hacia el piso. Repita este movimiento varias veces para liberar la tensión en su cuello y hombros.
Estiramiento de pecho
Acuéstese boca abajo con las manos juntas detrás de la espalda. Lentamente levante la cabeza y el pecho del piso lo más que pueda. Respira profundamente y aprieta los omóplatos, manteniendo la barbilla metida hacia el pecho mientras te mueves. Mantén la postura durante cinco segundos y luego suéltala.
Levantamiento de pesas
Puede mantener su entrenamiento de levantamiento de pesas mientras padece el síndrome de salida torácica, pero debe adaptar su rutina un poco para evitar más lesiones. Evite los ejercicios que se centran en los músculos pectorales, como los press de banca y los ejercicios de arranque. En cambio, concéntrese en ejercitar los músculos de los hombros, incluidos los deltoides y los romboides, así como los bíceps y tríceps.