La diverticulitis ocurre cuando una o más bolsas que sobresalen de la pared del colon se inflaman. Esta condición ocurre en algunas personas, pero no en todas, que tienen diverticulosis, que es un trastorno común y a menudo libre de síntomas que simplemente significa que estas pequeñas bolsas están presentes en el colon.
La diverticulitis se caracteriza por dolor abdominal inferior izquierdo, hinchazón, fiebre y estreñimiento o diarrea. El tratamiento varía según la gravedad de la afección, pero a menudo se recomiendan modificaciones en la dieta a medida que se produce la curación. Saber cómo planificar las comidas con diverticulitis puede hacer que el período de recuperación sea más fácil de manejar.
Dieta Líquida Clara
Cuando se le diagnostica diverticulitis, a menudo se prescribe una dieta líquida clara durante 1 a 2 días, lo que permite que el intestino descanse y sane. Los líquidos claros incluyen agua, bebidas deportivas, caldo claro, té, gelatina con sabor, paletas heladas congeladas hechas con jugo claro, café negro y jugos de fruta sin pulpa, como arándano, uva y manzana. Cuando se sigue una dieta de líquidos claros, es mejor elegir 1 a 2 artículos cada pocas horas, en lugar de un horario regular de comidas. Esta dieta es temporal: después de un día o dos de líquidos claros, la dieta generalmente avanza a alimentos sólidos.
Dieta baja en fibra
Después de una dieta a corto plazo de líquidos claros, una dieta baja en fibra es a menudo el siguiente paso. Sin embargo, en casos de diverticulitis simple, donde hay inflamación pero no hay absceso o desgarros en la pared intestinal, se puede recomendar primero una dieta baja en fibra, en lugar de comenzar con líquidos claros.
Una dieta baja en fibra restringe los granos integrales y en su lugar permite pan blanco, tortillas de harina blanca, galletas, cereales, pasta o arroz blanco. Esta dieta también incluye puré de manzana, fruta enlatada o frutas suaves y peladas, verduras bien cocidas, aves de corral, carne magra, pescado, huevos y mantequillas de nueces suaves. El queso, la leche y el yogur también son opciones aceptables.
Ideas de comidas bajas en fibra
Las opciones de desayuno bajas en fibra incluyen tostadas blancas con mantequilla de maní cremosa y duraznos enlatados, o crema de cereal de trigo con plátano y leche. El almuerzo puede ser un sándwich de pavo con pan blanco, puré de manzana y yogur, o sopa de fideos con pollo con galletas saladas, requesón y rodajas de pera suave y pelada.
La cena podría consistir en arroz blanco al vapor, salmón a la parrilla y zanahorias suaves y cocidas o pollo al horno con puré de papas, una rebanada de pan de maíz y melón cortado en cubitos. Las opciones de refrigerios pueden incluir yogur, fruta enlatada o galletas blancas con mantequilla de nuez suave o atún.
Dieta rica en fibra
Después de que la diverticulitis se haya resuelto, se puede reanudar una dieta normal. La dieta óptima a largo plazo debe ser aquella que promueva la salud a largo plazo. La American Gastroenterological Association (AGA) recomienda una dieta rica en fibra para las personas con diverticulosis, incluso en personas con antecedentes de diverticulitis, a pesar de que faltan pruebas de calidad sobre el papel de la fibra en la prevención de la diverticulitis.
Sin embargo, las pautas de AGA establecen que existen pocos riesgos asociados con una dieta alta en fibra, y se sabe que comer una dieta que enfatiza las frutas, verduras y granos integrales es beneficioso para la salud intestinal. Además, estas pautas no recomiendan evitar las nueces y las palomitas de maíz en personas con antecedentes de diverticulitis, ya que la investigación ha demostrado una falta de correlación entre estos alimentos y el riesgo de diverticulitis.
Advertencias
La diverticulitis es una afección grave que requiere tratamiento médico inmediato, que puede incluir antibióticos y, a veces, cirugía. Las modificaciones de la dieta son parte integral de la fase de tratamiento de esta afección, aunque es importante que su médico y dietista lo guíen en la dieta óptima a corto y largo plazo para su afección.
Dado que la diverticulitis puede provocar complicaciones graves y potencialmente mortales, es importante buscar atención médica de inmediato si tiene dolor abdominal intenso o persistente, escalofríos, fiebre o sangre en las heces. También informe a su médico si tiene vómitos, hinchazón, náuseas, estreñimiento u otro cambio en los hábitos intestinales.
Revisado por Kay Peck, MPH, RD