El sulfuro de hidrógeno es una sustancia tóxica producida principalmente durante los procesos industriales. Respirar gas sulfuro de hidrógeno puede causar dificultad para respirar o incluso la muerte. Las bacterias también producen pequeñas cantidades de sulfuro de hidrógeno en el intestino después de la digestión de ciertos alimentos. La exposición a dosis bajas puede disminuir su apetito y producir dolores de cabeza con el tiempo. La exposición de los alimentos digeridos probablemente no sea suficiente para causar efectos secundarios graves, pero puede contribuir a los olores desagradables cuando expulsa gases.
Niveles seguros
Según la Organización Mundial de la Salud, varios alimentos y bebidas pueden contener sulfuros. El sulfuro de hidrógeno se absorbe rápidamente desde el tracto digestivo y la mayor parte lo procesa el hígado y se excreta a través de los riñones o los pulmones. Las cantidades presentes en la mayoría de los alimentos se consideran demasiado bajas para producir efectos significativos. Como referencia, una dosis oral de 250 miligramos por kilogramo de peso corporal no pareció causar daño en ratas después de catorce semanas completas de exposición.
Carne envasada
La carne de res cocida tiene aproximadamente 0.6 mg de sulfuro de hidrógeno por libra, y el cordero cocido tiene cerca de 0.9 miligramos por libra. Ciertos aminoácidos contienen azufre, por lo que las concentraciones de sulfuro de hidrógeno tienden a ser más altas en la carne envasada anaeróbicamente. El embalaje hermético evita que este compuesto se libere al aire durante el almacenamiento. La cisteína y la metionina son dos aminoácidos que contienen azufre y contribuyen a los niveles de sulfuro de hidrógeno. Las proteínas animales contienen todos los aminoácidos esenciales, por lo que cualquier producto cárnico envasado tendrá pequeñas cantidades de sulfuro de hidrógeno.
Lácteos y Manufactura
Los productos lácteos calentados, como la leche descremada, pueden tener aproximadamente 3 miligramos de sulfuro de hidrógeno por galón. La crema tiene un poco más del doble de esa cantidad, principalmente porque a veces se agrega sulfuro de dimetilo durante el procesamiento de la crema. Este compuesto sulfúrico también se puede agregar a la gelatina, los refrescos y los dulces como parte del proceso de fabricación. El sulfuro de dimetilo se puede convertir en sulfuro de hidrógeno a medida que los alimentos se degradan o al digerirlo.
Ingesta habitual
El agua potable también puede contener trazas de sulfuro de hidrógeno, pero más de 0.2 miligramos por galón crearía olores y sabores detectables. Si su agua potable tuviera niveles peligrosos de sulfuro de hidrógeno, es probable que no quiera beberla debido al olor. En el Reino Unido, el consumo promedio de sulfuro de hidrógeno de los alimentos y el agua se estima en 1.7 miligramos por día. Si le preocupa esta sustancia, evite los alimentos procesados y limite su consumo de carne. Es probable que su cuerpo pueda manejar las cantidades normales ya presentes en su dieta.