La ablación es un procedimiento utilizado para tratar ritmos cardíacos anormales. Se puede realizar a través de una cirugía a corazón abierto o mediante un catéter. La Clínica Mayo señala que los catéteres hacen que el procedimiento sea mucho menos invasivo con un tiempo de recuperación relativamente corto. Un tiempo de recuperación más corto le permite volver a su rutina de actividad física antes.
Procedimiento
La ablación utiliza calor para destruir las células musculares del corazón que no funcionan correctamente. Un electrodo es conducido al corazón por un catéter que se enfoca en el músculo cardíaco hiperactivo o dañado. El calor se enfoca en esa área específica para matar las células excitadas para evitar que generen impulsos adicionales. A veces puede irse a su casa el mismo día del procedimiento, o puede que tenga que permanecer uno o dos días en el hospital para el monitoreo.
Recuperación
La ablación cardíaca tiene una alta tasa de éxito con muy pocas complicaciones. La parte más crucial de la recuperación es acostarse durante 4 a 6 horas después del procedimiento para ayudar a detener el sangrado del sitio de la incisión del catéter. Según la Clínica Mayo, una vez dado de alta del hospital, generalmente puede reanudar las actividades normales del hogar en unos pocos días.
Complicaciones
El Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre nombra los siguientes problemas para vigilar el postoperatorio. El sangrado continuo en el sitio de inserción, la infección del sitio de inserción, los latidos cardíacos irregulares o rápidos o el desmayo son síntomas que deben buscar atención médica. Si ocurre alguno de estos, su médico puede indicarle que reduzca su nivel de actividad hasta que se resuelvan los problemas.
Ejercicio
El sitio de inserción de la ablación generalmente sanará en una semana, lo que le permitirá volver a su rutina diaria normal. Si su rutina normal incluye ejercicio regular, debe comenzar lentamente. Debe controlar su ritmo cardíaco antes, durante y después del ejercicio. Puede ser beneficioso usar un monitor de frecuencia cardíaca para permitirle observar su respuesta de frecuencia cardíaca con ejercicio. Es normal que su ritmo cardíaco aumente a medida que aumenta su nivel de actividad. Sin embargo, debe hablar con su médico para averiguar la zona segura de frecuencia cardíaca en la que desea que se encuentre su frecuencia cardíaca. También le dará pautas específicas para su estado de salud y el resultado del procedimiento en cuanto a cuándo puede necesitar atención médica. Si el entrenamiento de fuerza es parte de su régimen de ejercicio normal, también debe hablar con su médico acerca de cuándo y cuánto peso debe levantar, específicamente con la extremidad que se utilizó como sitio de incisión para el procedimiento. Por ejemplo, si la ingle era el sitio donde se insertó el catéter, puede aconsejarle que evite el entrenamiento de fuerza de la parte inferior del cuerpo durante unos días o semanas adicionales para garantizar la curación completa del sitio de la incisión.
Consideraciones
Puede ser beneficioso hablar con un profesional de rehabilitación cardíaca para obtener más orientación en su programa de ejercicios. Estos profesionales están altamente capacitados para trabajar con pacientes cardíacos después de una cirugía cardíaca o eventos cardíacos. Pueden aconsejarle sobre la forma correcta de comenzar a hacer ejercicio después de su procedimiento, qué signos vitales debe controlar y cómo volver al nivel que estaba haciendo antes. Si usted es un nuevo deportista, también hay excelentes recursos para ayudar a los pacientes cardíacos a aprender los conceptos básicos de cualquier programa de ejercicios. La Asociación Americana de Rehabilitación Cardiovascular y Pulmonar, AACVPR, es un excelente recurso para ayudarlo a encontrar un programa certificado en su área.