El cloruro de magnesio es una forma suplementaria del mineral magnesio, en el que confía para el mantenimiento de varias funciones corporales importantes. Su médico puede recomendar el uso de este suplemento si tiene una deficiencia de magnesio o si experimenta un ataque cardíaco. Las dosis recomendadas específicas varían según el tipo de afección bajo tratamiento.
Fundamentos de magnesio
Su corazón, riñones y otros órganos, así como sus músculos, dependen del magnesio para su funcionamiento normal del día a día. Desempeña un papel esencial en una amplia variedad de reacciones químicas, ayuda a regular la presión arterial y los niveles de glucosa en la sangre, y también ayuda a su cuerpo a regular sus niveles de otros nutrientes vitales como la vitamina D, calcio, potasio, zinc y cobre. Los alimentos con un contenido significativo de magnesio incluyen nueces, tofu, verduras de hoja verde, granos integrales, legumbres, melaza y salvado de trigo. Otras formas de magnesio suplementario incluyen gluconato de magnesio, lactato de magnesio y citrato de magnesio.
Deficiencia y efectos cardíacos
Si bien muchos estadounidenses no obtienen suficiente magnesio para cumplir con las recomendaciones actuales, rara vez se producen deficiencias clínicas de este mineral, según el Centro Médico de la Universidad de Maryland. Sin embargo, una variedad de afecciones médicas pueden desencadenar deficiencias de magnesio a corto o largo plazo, incluidos los virus intestinales que desencadenan diarrea o vómitos, diabetes, enfermedad renal, enfermedades gastrointestinales crónicas, una glándula tiroides hiperactiva y una inflamación del páncreas llamada pancreatitis. En su corazón, el magnesio contribuye al mantenimiento del ritmo cardíaco normal. Las personas que beben regularmente agua "dura" o alcalina, que tiene un contenido relativamente alto de magnesio, parecen tener menores riesgos de enfermedades cardíacas fatales que aquellos que beben regularmente agua "blanda".
Dosis
Consideraciones
Otras dolencias relacionadas con el corazón comúnmente tratadas con alguna forma de magnesio suplementario incluyen latidos cardíacos irregulares e insuficiencia cardíaca congestiva. Las dolencias no relacionadas con el corazón a veces tratadas con suplementos de magnesio incluyen diabetes, asma, fibromialgia, presión arterial alta y problemas de presión arterial relacionados con el embarazo llamados preeclampsia y eclampsia. Los medicamentos que pueden alterar potencialmente la efectividad del cloruro de magnesio incluyen antibióticos, digoxina, medicamentos de reemplazo de tiroides, ciertos medicamentos para la osteoporosis, anfetaminas utilizadas para el tratamiento del TDAH y sulfonato de poliestireno sódico. Revise el uso de medicamentos con su médico antes de usar o recibir un producto de cloruro de magnesio.