La fascitis plantar es una condición relativamente común que puede causar dolor en el pie y el talón. Si no se trata adecuadamente, puede volverse crónica. Después de ser diagnosticado, es importante cuidar su cuerpo para prevenir futuros brotes. Una dieta sana y equilibrada puede proporcionarle a su cuerpo la nutrición que necesita para sanar y mantenerse fuerte. Sin embargo, cuando se trata de tomar vitaminas, es mejor consultar con su proveedor de atención médica porque algunas vitaminas pueden ser tóxicas si se toman en dosis altas.
Fascitis plantar
En la parte inferior de su pie hay una banda de tejido grueso llamada fascia plantar. Este pedazo de tejido conecta el hueso del talón con los dedos y crea el arco del pie. La fascitis plantar se diagnostica cuando este tejido se inflama debido a que se estira demasiado o se usa en exceso. Los problemas estructurales con el pie, el entrenamiento inadecuado, el calzado deficiente, el tendón de Aquiles apretado y el sobrepeso aumentan el riesgo de desarrollar esta afección. Ocurre más comúnmente en personas de 40 a 70 años, y puede causar dolor, rigidez e hinchazón en el pie afectado.
Tratamiento
El primer paso en el tratamiento es calmar sus síntomas, lo que puede requerir mantenerse alejado del pie, usar hielo y tomar medicamentos antiinflamatorios para controlar el dolor y la hinchazón. Un fisioterapeuta puede enseñarle ejercicios para estirar y fortalecer el pie, así como entrenarlo en los principios de un buen entrenamiento, para no forzar el pie en el futuro. Un terapeuta también puede recomendar métodos de grabación, férulas o incluso aparatos ortopédicos para corregir cualquier desequilibrio que pueda estar contribuyendo a su lesión. Una parte importante para prevenir una nueva lesión es aprender qué factores causaron su condición y qué pasos se pueden tomar para reducir el estrés en el pie.
Dieta y fascitis plantar
Dado que el sobrepeso ejerce presión sobre los pies y puede contribuir al desarrollo de la fascitis plantar, perder cualquier exceso de peso es un componente importante de un programa de tratamiento general. También es esencial proporcionar al cuerpo la nutrición que necesita para que sus tejidos puedan sanar y sus huesos se mantengan fuertes para soportar el movimiento. Una dieta bien balanceada que incluya mucho color y una variedad de alimentos debería ayudarlo a satisfacer sus necesidades diarias. Es especialmente importante obtener suficiente vitamina C, ya que esta vitamina ayuda a mantener el tejido sano y apoya la cicatrización de heridas. Las vitaminas D y el calcio mineral son necesarias para que los huesos se mantengan fuertes. Si no cree que su dieta es adecuada, hable con su médico sobre la seguridad de tomar vitaminas y cuáles necesita.
Consideraciones
Según la Harvard Medical School, es mejor satisfacer sus necesidades vitamínicas a través de alimentos versus suplementos, y el uso de alimentos versus píldoras ha demostrado ser más efectivo cuando se trata de prevenir y controlar enfermedades. Ciertas vitaminas cuando se toman en dosis altas pueden alcanzar niveles tóxicos en el cuerpo, y los suplementos tienen el potencial de interactuar con otros medicamentos herbales, de venta libre y recetados que pueda estar tomando. Si tiene una afección médica subyacente que impide que su cuerpo absorba las vitaminas adecuadamente o hay otra razón por la que no puede satisfacer sus necesidades a través de la dieta, entonces pueden ser necesarios suplementos vitamínicos. Siempre deben tomarse bajo supervisión médica.