Las zapatillas modernas son hazañas de diseño. Como la pieza de equipo más importante que un corredor necesita, los zapatos deben proporcionar soporte, flexibilidad, agarre y estabilidad.
Para muchas personas, la última característica es la más crucial: la pronación o el giro hacia adentro cuando el pie toca el suelo, puede provocar lesiones graves con el tiempo. Los zapatos de control de movimiento y los zapatos de estabilidad abordan la pronación, pero en diferentes grados para diferentes niveles de necesidad.
Forma del pie y tipos de calzado
Para entender los tipos de zapatos, primero debes conocer la mecánica del pie. Pruebe la forma de su pie mojando la parte inferior de su pie descalzo y de pie sobre una superficie que dejará una huella, recomienda Mayo Clinic Health System. Si su huella es relativamente uniforme en ancho, tiene los pies planos y los pies y el tobillo pueden tender a rodar hacia adentro o propensarse cuando corre. Si su huella se corta severamente en el arco, tiene un arco alto y su pie puede tender a rodar hacia afuera. Si está en algún punto intermedio, tienes un arco normal.
Se recomiendan zapatos de estabilidad para personas con un arco normal, para ayudar a disminuir la pronación leve. Las personas con pies planos, o corredores que pesan más de 180 libras, tienen más pronación y pueden necesitar un zapato de control de movimiento para proporcionar estabilidad adicional y reducir posibles lesiones.
Características de diseño en ambos
Los zapatos de control de movimiento, o zapatos de alta estabilidad, están diseñados para mantener el pie firmemente en su lugar. Generalmente tendrán un tacón rígido y una forma relativamente recta. Esto puede hacer que el zapato sea más pesado, pero proporciona soporte adicional debajo del arco. La entresuela, o el área entre la parte inferior de goma del zapato y la parte superior flexible, suele ser muy firme.
Los zapatos de estabilidad ofrecen algo de control de movimiento pero tienden a tener más soporte, flexibilidad y amortiguación. A menudo incluyen un área firme dentro de la entresuela para reforzar el arco, y pueden tener una variedad de características de soporte adicionales. La mayoría de las zapatillas para correr y las zapatillas de trail son diseños de estabilidad.
Controversia sobre la efectividad
Si bien los zapatos de estabilidad y control de movimiento tienen sentido lógico, ha habido cierta controversia sobre cuán efectivos son realmente. Un estudio de 2011 en el British Journal of Sports Medicine encontró que asignar zapatos por tipo de pie no tuvo un efecto real en la tasa de lesiones. De hecho, concluyeron que el método actual para controlar la pronación asignando zapatos basados en el tipo de pie "es demasiado simplista y potencialmente perjudicial". Por el contrario, existe cierta evidencia de que los zapatos de control de movimiento pueden aliviar la pronación excesiva y el movimiento asociado en los cuádriceps.
Se tu propio experto
Debido a que la evidencia científica aún no es concluyente, tendrá que ser su propio experto al elegir un zapato. Considere la forma de su pie, pero también preste atención a la forma en que se mueve su pie al elegir entre un zapato de estabilidad y control de movimiento.
Siempre compre sus zapatos para correr en persona, para que pueda probarlos y ver cómo se sienten. Pruebe los zapatos al final del día cuando sus pies estén ligeramente hinchados; esto puede ayudarlo a obtener un mejor ajuste, recomienda la Sociedad Estadounidense de Tobillo y Pie Ortopédico. Use los calcetines que usará para correr y pruebe los zapatos corriendo por la calle fuera de la tienda. Cuando compre zapatos nuevos, pruébelos en carreras cortas antes de llevarlos a largas distancias. Si le causan molestias o dolor, intente cambiar a un tipo de zapato diferente o consulte a un podólogo.