La Chlorella y la Espirulina son dos tipos de algas que comúnmente se comercializan como suplementos. La Chlorella es una forma de alga verde, y la espirulina es un tipo de alga verdeazulada. La Chlorella es una rica fuente de clorofila, y la espirulina proporciona una variedad de proteínas, vitaminas y minerales. Los fabricantes de suplementos a menudo combinan Chlorella y Espirulina en productos comercializados como suplementos desintoxicantes. Si bien tanto la chlorella como la espirulina generalmente se consideran seguras para el consumo de adultos, tomar suplementos de desintoxicación con chlorella y espirulina puede causar una variedad de síntomas.
Toxinas
Los fabricantes de Chlorella y Spirulina promueven su capacidad de desintoxicar el cuerpo mediante la absorción de metales pesados tóxicos. Desafortunadamente, aunque no hay evidencia de que ingerir cualquiera de las algas ayude a desintoxicar el cuerpo, ambas absorben metales pesados en su entorno natural. Los Institutos Nacionales de Salud advierten que si consume Chlorella o Espirulina cosechada de una fuente contaminada, puede consumir metales pesados tóxicos. La espirulina también puede contener microsistinas o bacterias potencialmente mortales que pueden afectar la función del hígado y del sistema nervioso central, según el Departamento de Ecología del Estado de Washington.
Fenilcetonuria
La fenilcetonuria es una incapacidad congénita genética para metabolizar el aminoácido fenilalanina. Cuando la fenilalanina se acumula en el cuerpo, puede causar daño cerebral irreversible en los bebés y trastornos del comportamiento y convulsiones en los niños mayores. La espirulina es una rica fuente de muchos aminoácidos, incluida la fenilalanina, y debe ser estrictamente evitada por cualquier persona que padezca fenilcetonuria.
Aumento de la respuesta inmune
Los defensores de la Chlorella y la Espirulina promocionan sus supuestas propiedades de estimulación inmunológica, pero no todos se benefician del aumento de la función inmunológica. El Centro Médico de la Universidad de Maryland advierte que las personas que padecen enfermedades autoinmunes, donde el sistema inmunitario ataca a las células sanas del cuerpo, pueden experimentar un aumento en la actividad de la enfermedad si toman coleola o espirulina. Las enfermedades autoinmunes comunes incluyen artritis reumatoide, lupus, esclerosis múltiple y pénfigo vulgar.
Síntomas generales
Si bien la espirulina no contaminada parece segura para el uso en adultos, la Chlorella puede causar reacciones alérgicas, como urticaria y erupciones cutáneas. La corela también puede causar molestias gastrointestinales significativas, como gases, calambres abdominales, estreñimiento, diarrea y náuseas. Un tercio de los que intentan tomar Chlorella encuentran que los efectos gastrointestinales son demasiado severos para continuar su uso. La fatiga, la irritabilidad y el letargo son otros síntomas comunes. Chlorella también contiene altos niveles de vitamina K, que pueden interactuar con medicamentos anticoagulantes.
