Su hígado realiza cientos de tareas metabólicas. Numerosas proteínas especializadas llamadas enzimas impulsan estos procesos bioquímicos. Aunque el hígado contiene muchas enzimas diferentes, los niveles altos de enzimas hepáticas generalmente se refieren a un grupo de 2 a 5 enzimas presentes en concentraciones particularmente altas. Las enzimas hepáticas elevadas a menudo indican daño en las células hepáticas, lo que puede ocurrir con una amplia gama de afecciones de gravedad variable. Los aumentos transitorios y leves son relativamente comunes y rara vez causan efectos duraderos en la salud. Sin embargo, los aumentos persistentes o marcados en los niveles de enzimas hepáticas pueden indicar un trastorno médico potencialmente grave.
Enzimas hepáticas y evaluación
Las enzimas hepáticas elevadas generalmente se refieren al aumento de los niveles de una o más de las siguientes enzimas:
- Alanina transaminasa (ALT)
- Aspartato transaminasa (AST)
- Fosfatasa alcalina (ALP)
- Gamma-glutamil transferasa (GGT)
- Lactato deshidrogenasa (LDH)
Cuando se produce una lesión en las células del hígado, estas enzimas se escapan de las células dañadas y provocan niveles sanguíneos elevados. Los proveedores de atención médica evalúan los niveles de estas enzimas entre sí, los niveles en sangre de otras sustancias relacionadas con la salud del hígado, así como un examen físico y posiblemente pruebas de diagnóstico adicionales para determinar la causa de las enzimas hepáticas elevadas.
Hepatitis
La hepatitis (inflamación del hígado) es la principal causa de elevación de las enzimas hepáticas. Muchos trastornos y afecciones causan hepatitis, que incluyen:
- Consumo excesivo de alcohol.
- Infección por el virus de la hepatitis (A, B, C, D y E)
- Otras infecciones virales, como la mononucleosis infecciosa
- Enfermedad del hígado graso
- Hepatitis autoinmune
- Medicamentos, toxinas y venenos.
La hepatitis puede ser aguda (ocurre repentinamente y dura menos de 6 meses) o crónica (persiste por más de 6 meses). La hepatitis aguda a veces conduce a daño hepático grave y falla, una condición llamada hepatitis fulminante. La hepatitis crónica puede cicatrizar el hígado con el tiempo, lo que eventualmente puede provocar cirrosis.
Otros trastornos hepáticos, digestivos y sistémicos
Las afecciones que bloquean el flujo de bilis desde el hígado hasta la vesícula biliar o el intestino, conocidos colectivamente como trastornos bililares, a menudo causan enzimas hepáticas elevadas. Los ejemplos de estos trastornos incluyen:
- Cálculos biliares
- Pancreatitis crónica (inflamación del páncreas)
- Tumor o quiste de la vesícula biliar o los conductos biliares.
- Colangitis esclerosante (cicatrización inflamatoria de los conductos biliares)
Mientras que la hepatitis se refiere a la inflamación hepática generalizada, los granulomas hepáticos son áreas localizadas de inflamación, que pueden causar enzimas hepáticas elevadas. Estos pueden ocurrir por una variedad de razones que incluyen: ciertas infecciones (tuberculosis, sífilis, fiebre por arañazo de gato, etc.), medicamentos (alopurinol, quinidina, etc.) y trastornos del tejido conectivo (sarcoidosis, etc.)
Otros trastornos hepáticos, digestivos y sistémicos que pueden causar enzimas hepáticas elevadas incluyen:
- Hemocromatosis: sobrecarga de hierro, generalmente un trastorno hereditario
- Enfermedad de Wilson: afección hereditaria que conduce a una sobrecarga de cobre.
- Enfermedad inflamatoria intestinal: colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn.
- Enfermedad tiroidea: hipotiroidismo e hipertiroidismo.
- Cáncer que surge o se disemina al hígado.
- linfoma de Hodgkin
- Lupus eritematoso sistémico
- Anorexia nerviosa
- Deficiencia de alfa-1-antitripsina
Otras Consideraciones
Si bien las llamadas enzimas hepáticas están presentes en altas concentraciones en el hígado, también existen grandes cantidades en otros tejidos del cuerpo. Por lo tanto, las elevaciones de ciertas enzimas hepáticas pueden deberse a causas no relacionadas con el hígado. Por ejemplo, el ejercicio físico intenso puede causar un aumento temporal en los niveles de ALT, AST y LDH. Las enfermedades óseas, del intestino delgado y los riñones a menudo causan niveles elevados de ALP.
Muchos medicamentos de venta libre y recetados comúnmente utilizados pueden causar niveles elevados de enzimas hepáticas, que incluyen:
- Acetaminofeno (Tylenol)
- Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, como diclofenaco (Voltaren)
- Medicamentos con estatinas que reducen el colesterol, como atorvastatina (Lipitor), rosuvastatina (Crestor) y simvastatina (Zocor)
- Estrógenos y anticonceptivos orales.
- Antibióticos, como amoxicilina-clavulanato (Augmentin) y tetraciclina.
- Antiepilépticos, como fenitoína (Dilantin), carbamazepina (Tegretol) y ácido valproico (Depakote)
Algunas hierbas también pueden causar elevaciones de las enzimas hepáticas y lesiones hepáticas potencialmente graves, como germander, chaparral, valeriana, casquete, amanita, poleo, celidonia mayor, kava, cohosh negro, ma huang y jin bu huan.
El mejor curso de acción con un hallazgo de enzimas hepáticas elevadas difiere según las circunstancias individuales. Hable con su médico si tiene alguna pregunta o inquietud.
Revisado y revisado por: Tina M. St. John, MD