Los diuréticos, a veces llamados píldoras de agua, ayudan a eliminar el sodio y el agua de su cuerpo. Según el Instituto del Corazón de Texas, las píldoras de agua se usan para tratar la insuficiencia cardíaca congestiva (ICC), la presión arterial alta (hipertensión), el edema (retención de agua) y las enfermedades renales y hepáticas.
Propina
Las píldoras de agua generalmente se consideran seguras, pero las necesidades de salud individuales de una persona deben tenerse en cuenta para determinar los verdaderos beneficios del medicamento.
¿Qué son las píldoras de agua?
Harvard Health Publishing describe tres tipos de píldoras de agua: diuréticos de asa, diuréticos tiazídicos y diuréticos ahorradores de potasio. Cada tipo de diurético afecta a una parte diferente de los riñones y tiene diferentes usos, efectos secundarios y precauciones. Harvard Health dice que las diferenciaciones son:
- Los diuréticos de asa actúan sobre un "lazo" particular en los millones de túbulos que forman los riñones.
- Los diuréticos tiazídicos actúan en una parte diferente de los túbulos renales pero dan el mismo resultado que los diuréticos de asa. Estos diuréticos hacen que los riñones aumenten la cantidad de sal y agua en la orina. Ambos diuréticos pueden agotar los niveles de potasio, y esto puede aumentar el riesgo de ritmos cardíacos anormales.
- Los diuréticos ahorradores de potasio dejan más potasio en la sangre que los otros dos tipos. Sin embargo, esto puede hacer que los niveles de potasio sean demasiado altos, lo que también puede causar ritmos cardíacos irregulares.
¿Quién necesita pastillas de agua?
Harvard Health afirma que los diuréticos a menudo se recetan como un tratamiento de primera línea para la presión arterial alta. Las píldoras de agua reducen el volumen de líquido en el torrente sanguíneo, lo que reduce la presión sobre las paredes arteriales.
Según Cedars-Sinai, los diuréticos pueden ser útiles para personas mayores u obesas, que también tienen presión arterial alta congestiva, hinchazón o retención de líquidos (edema) o insuficiencia cardíaca. También se pueden recetar para ciertos tipos de enfermedad renal o hepática. Además, la Oficina de Salud de la Mujer sugiere píldoras de agua como tratamiento para los síntomas del síndrome premenstrual (PMS) como hinchazón y sensibilidad en los senos.
No olvide consultar a su médico antes de tomar píldoras de agua. Cedars-Sinai recomienda que, si se recetan o recomiendan diuréticos, el médico debe conocer cualquier otro medicamento, vitamina, mineral o suplemento a base de hierbas que esté tomando el paciente. Estos incluyen, pero no se limitan a:
- Antidepresivos
- Ciclosporina
- Digital
- Litio
- Otros medicamentos para la presión arterial alta.
Debido a que los diuréticos pueden empeorar o afectar negativamente la salud del paciente, las personas que tienen los siguientes problemas de salud deben informar a sus médicos sobre su condición antes de tomar diuréticos:
- Tendencia a deshidratarse fácilmente
- Alergias a otros medicamentos.
- Embarazada (o considerando quedar embarazada)
- Diabetes
- Gota (o con alto riesgo de desarrollar gota)
- Problemas de riñon
- Lupus
- Pancreatitis
Efectos secundarios de las pastillas de agua
Mayo Clinic escribe que los diuréticos son generalmente seguros, pero que tienen efectos secundarios como aumento de la micción y pérdida de minerales y pueden afectar los niveles de potasio en la sangre. Si toma un diurético ahorrador de potasio, puede desarrollar demasiado potasio, lo que se denomina hipercalemia. Si toma un diurético tiazídico, corre el riesgo de desarrollar un bajo nivel de potasio en la sangre, lo que se denomina hipocalemia.
Otros efectos secundarios enumerados por Mayo Clinic incluyen:
- Bajo contenido de sodio en la sangre (hiponatremia)
- Mareo
- Dolores de cabeza
- Deshidración
- Calambres musculares
- Trastornos articulares (gota)
- Impotencia
Riesgo de abuso
Dos poblaciones tienen mayor riesgo de abuso de las píldoras de agua: las que tienen trastornos alimenticios y los atletas. Los pacientes con trastornos alimentarios que abusan de las píldoras de agua lo hacen porque estos medicamentos eliminan el exceso de sodio y agua, lo que resulta en la pérdida de peso.
Según la Asociación Nacional de Trastornos de la Alimentación, el abuso de diuréticos puede provocar hipocalemia y alcalosis de contracción. Esto significa tener un nivel bajo de potasio en sangre y un aumento del pH sanguíneo. En casos extremos, el abuso de diuréticos puede causar insuficiencia renal.
En un estudio histórico de septiembre de 2010 publicado en el British Journal of Pharmacology , los investigadores encontraron que los atletas corren el riesgo de abuso de diuréticos por dos razones: las píldoras de agua se pueden usar para excretar agua para perder peso rápidamente y para enmascarar la presencia de otras sustancias prohibidas.