Pérdida de apetito en niños.

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Anonim

Como padre o cuidador, puede notar una disminución en el apetito de su hijo. Esto puede no ser motivo de alarma ya que muchos niños experimentan cambios en el apetito. Algunos niños comen más durante los meses de invierno y menos cuando el clima es cálido, ya que preferirían jugar al aire libre. Otros niños pueden ser quisquillosos y tener una disminución del apetito porque no están entusiasmados con la comida que se les sirve. En muchos casos esto es normal; sin embargo, si una disminución del apetito se acompaña de pérdida de peso o síntomas de enfermedad, se recomienda buscar atención médica de un pediatra.

Los niños experimentan pérdida de apetito por varias razones. Crédito: djedzura / iStock / Getty Images

Consideraciones

Su hijo puede estar desarrollando un resfriado o fiebre, lo que puede causar una pérdida significativa de apetito. Si esto ocurre, proporciónele abundantes líquidos como sopas, caldos y agua para mantenerlo hidratado. Cuanto más fácil sea digerir la comida, mayor será la posibilidad de que la coma. Permitir que su hijo coma una gran cantidad de dulces como dulces y refrescos también puede conducir a la pérdida de apetito. Tenga en cuenta que el niño simplemente puede no tener hambre y, aunque debe alentarlo a comer, no lo fuerce, ya que esto puede conducir a una mayor disminución en el consumo de alimentos.

Precauciones y soluciones

Comer demasiados bocadillos entre comidas y tener un horario de alimentación esporádico contribuye a la pérdida de apetito. A algunos niños no les gusta comer en grandes cantidades o alimentos pesados. Puede hacer que se sientan más rápido, lo que hace que no tengan ganas de comer. Permitir que su hijo elija su comida de un menú de alimentos saludables que usted prepare puede ayudar. Además, reduzca el consumo de bocadillos entre comidas, ya que un pequeño refrigerio debería ser suficiente y establecer un horario regular de comidas. Sea consciente de los tipos de alimentos que prepara y cuánto está sirviendo; sándwiches y bocadillos pueden ser más agradables para él. Recuerde reconocer que ha terminado su comida. Si el niño siente una sensación de logro, es más probable que continúe con este comportamiento.

Vitaminas

Las vitaminas y los estimulantes del apetito pueden ser una opción para su hijo. Muchos vienen en forma líquida y están diseñados específicamente para niños. Las vitaminas C, D, zinc, calcio y B12 son esenciales para el crecimiento y desarrollo de un niño. Consulte con su médico para obtener una recomendación profesional sobre la mejor vitamina para su hijo.

Estrés

El estrés puede tener muchos efectos negativos en el cuerpo, incluida la pérdida de apetito. Si un niño tiene problemas debido a la intimidación en la escuela o dificultades con ciertas materias, por ejemplo, puede estresarse y experimentar una severa pérdida de apetito. Intentar hacer frente a la pérdida de un ser querido también puede contribuir a este problema. La depresión, el estrés psicológico y emocional pueden obstaculizar a un niño de muchas maneras, así que no tenga miedo de hacer preguntas y ofrecer consejos. Anímelo a participar en deportes, ya que la actividad física ayuda a aliviar el estrés y actúa como estimulante del apetito.

Ajustar medicamentos

Si su hijo está tomando medicamentos, consulte con su pediatra para reducir la dosis. Los medicamentos para el TDAH, por ejemplo, pueden causar una interrupción en el apetito de un niño. Según la revista ADDitute, los psicoestimulantes como Ritalin pueden causar una disminución del apetito dentro de los 30 minutos posteriores al consumo. Hable abiertamente con su pediatra sobre lo que está experimentando y siga las recomendaciones profesionales.

Pérdida de apetito en niños.