Las máquinas de ruido blanco son dispositivos electrónicos utilizados en entornos personales y profesionales que reproducen repetidamente sonidos como la marea oceánica o patrones de ruido para bloquear el ruido no deseado, promover la relajación y proporcionar privacidad. Sin embargo, las máquinas de ruido blanco pueden hacer que algunas personas que usan dispositivos de audición personal usen niveles de volumen altos y potencialmente peligrosos, advierte la Revisión de la audición. Las máquinas de ruido blanco también pueden causar otros problemas.
Desarrollo tardío del cerebro
El ruido blanco podría retrasar el desarrollo del cerebro, según el número de abril de 2003 de la revista Science. En un artículo titulado "Desarrollo cortical auditivo retardado del ruido ambiental", los investigadores Edward F. Chang y Michael M. Merzenich exploraron los efectos del ruido blanco prolongado en las ratas bebé. Descubrieron que su corteza auditiva, la sección del cerebro responsable de la adquisición de la audición y el lenguaje, no se desarrolló normalmente hasta que se eliminó el ruido blanco.
Tinnitus primordial
Según los Institutos Nacionales de Salud, las máquinas de ruido blanco pueden enmascarar los síntomas del tinnitus. El tinnitus es un ruido interno en los oídos, como un zumbido o un zumbido. Las personas que usan máquinas de ruido blanco pueden desconocer su condición de tinnitus. Si bien muchas personas experimentan tinnitus breve debido a los ruidos ambientales fuertes, el tinnitus frecuente o prolongado puede reflejar un problema mayor, como la presión arterial alta o la anemia.
Conflicto espacial
La exposición temprana y prolongada al ruido blanco podría afectar la capacidad del cerebro para percibir la ubicación geográfica del sonido, según un artículo publicado en julio de 2009 en la revista Cerebral Cortex, "La exposición continua temprana al ruido blanco altera la sensibilidad espacial auditiva". Investigadores con sede en Shanghái criaron crías de ratas con un fondo de ruido blanco continuo. Descubrieron que las neuronas en la corteza auditiva responsables de la sensibilidad espacial estaban dañadas.