El calcio y el magnesio juegan un papel clave en el desarrollo y mantenimiento de los huesos, junto con otras funciones esenciales. Juntos, estos minerales comparten una relación que es complementaria y, bajo ciertas condiciones, competir. Comprender sus efectos secundarios es útil para comprender cómo puede usar estos minerales de forma individual y colectiva para optimizar las funciones y el estado general de su cuerpo.
Calcio y Magnesio: Una Ley de Equilibrio
El magnesio es necesario para metabolizar el calcio, por lo que debe estar presente en su cuerpo en cantidades adecuadas. Dada esta relación mutuamente dependiente, es clave tener una proporción adecuada de ambos minerales para que sean efectivos. Si su consumo de calcio es alto, su consumo de magnesio debe ajustarse proporcionalmente. La cantidad diaria recomendada de calcio y magnesio indica una proporción que varía de aproximadamente 2.5 a 1 a 4 a 1 de calcio a magnesio, dependiendo de la edad y el sexo.
Cantidad diaria recomendada de calcio y magnesio
A partir de 2014, la cantidad diaria recomendada, o RDA, de magnesio es de 255 a 265 miligramos para las mujeres, y de 330 a 350 miligramos para los hombres. La dosis diaria recomendada de calcio es de 800 miligramos para mujeres de hasta 50 años, y 1, 000 miligramos para mujeres mayores de 50 años. La dosis diaria recomendada de calcio por minuto es de 800 miligramos. Estas recomendaciones son establecidas por la Junta de Alimentos y Nutrición del Instituto de Medicina. Tenga en cuenta que no necesita tomar magnesio y calcio en el mismo suplemento para que su cuerpo absorba el calcio. Sin embargo, los minerales deben estar presentes en el cuerpo en cantidades adecuadas para que pueda usar el calcio.
Efectos secundarios: muy poco, demasiado calcio
Según los Institutos Nacionales de Salud, una deficiencia constante de calcio con el tiempo puede conducir a la osteoporosis, lo que da como resultado huesos frágiles o porosos, u osteomalacia, lo que resulta en huesos blandos. En los niños, la osteomalacia se conoce como raquitismo. Por el contrario, demasiado calcio en la sangre, una afección llamada hipercalcemia, puede afectar negativamente las funciones renales. Los síntomas de hipercalcemia incluyen sensación de entumecimiento / hormigueo en los dedos, convulsiones, vómitos, estreñimiento, calambres musculares, ritmo cardíaco anormal, letargo, falta de apetito, sed persistente y fatiga. De acuerdo con el Centro de Información de Micronutrientes del Instituto Linus Pauling, no se ha documentado ninguna incidencia de hipercalcemia por la ingesta dietética, solo por la ingesta de suplementos de calcio.
Efectos secundarios: muy poco, demasiado magnesio
Si bien es raro, según los Institutos Nacionales de Salud, una deficiencia severa de magnesio puede causar disminución del apetito, náuseas, vómitos, fatiga, espasmos / temblores musculares y cambios de personalidad. Una deficiencia severa de magnesio también puede resultar en niveles bajos de calcio en la sangre, una condición llamada hipocalcemia, así como niveles bajos de potasio en la sangre, una condición llamada hipocalemia. En el otro extremo, el primer signo de demasiado magnesio en el sistema es la diarrea. Los signos progresivos de exceso de magnesio incluyen cambios en el estado mental, notablemente confusión; náusea; pérdida de apetito debilidad; respiración dificultosa; Calambre abdominal; presión arterial reducida, una condición conocida como hipotensión; y un ritmo cardíaco anormal. Similar al calcio, el exceso de magnesio no es causado por la ingesta dietética, sino por la ingesta de magnesio suplementario, incluidos los laxantes y antiácidos que contienen magnesio.