Los mejores suplementos inmunoestimulantes

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Anonim

El sistema inmune humano defiende al cuerpo contra los microorganismos dañinos que causan enfermedades y dolencias. Sin embargo, ocasionalmente puede fallar en hacer su trabajo, a menudo debido a circunstancias más allá de su control. Afortunadamente, muchas opciones simples de estilo de vida pueden promover un sistema inmunitario fuerte y saludable. Estos incluyen comer una dieta saludable rica en frutas y verduras, hacer ejercicio regularmente, evitar el alcohol y los cigarrillos, dormir lo suficiente y mantener un peso corporal saludable. Los suplementos pueden darle a su sistema inmunológico un impulso adicional. Cuatro de los mejores suplementos inmunoestimulantes son multivitaminas, aceite de pescado, ajo y probióticos.

Las diferentes vitaminas y minerales funcionan de diversas maneras para promover la salud del sistema inmunitario. Crédito: Zedcor de propiedad absoluta / PhotoObjects.net / Getty Images

Pastillas Multivitamínicas

Multivitamina. Crédito: Thinkstock / Stockbyte / Getty Images

El sistema inmune funciona de manera más eficiente cuando los niveles adecuados de micronutrientes están presentes en el cuerpo. Cuando los micronutrientes se vuelven deficientes, la inmunidad puede suprimirse, dejando al cuerpo vulnerable a las infecciones. Un artículo de 2007 publicado en el "British Journal of Nutrition" señala que las vitaminas A, B-6, B-12, C, D, E y ácido fólico, así como los minerales hierro, cobre, zinc y selenio, todos trabajan para mejorar función inmune en diferentes capacidades. Los autores del artículo señalan que la suplementación con estos micronutrientes puede mejorar la función inmune. La forma más sencilla de garantizar niveles suficientes de estas diversas vitaminas y minerales es tomar un multivitamínico.

Aceite de pescado

Aceite de pescado. Crédito: Stockbyte / Stockbyte / Getty Images

Los aceites de pescado contienen efectos beneficiosos contra una variedad de afecciones y enfermedades, incluidas la inflamación y las enfermedades cardiovasculares. En un estudio publicado en 2012 en "Brain, Behavior and Immunity", se probaron los efectos inmunoestimulantes del aceite de pescado. Debido a que un solo ejercicio puede suprimir la función inmune, se administró aceite de pescado a las personas después del entrenamiento. Los investigadores concluyeron que el aceite de pescado fue capaz de mejorar efectivamente la función inmune después del ejercicio. Por lo tanto, el momento más efectivo para aprovechar los efectos de mejora inmunológica del aceite de pescado puede ser después del esfuerzo físico, cuando el sistema inmunitario se debilita.

Extracto de ajo envejecido

Extracto de ajo. Crédito: Dariusz Majgier / Hemera / Getty Images

La Facultad de Medicina de Harvard señala que las habilidades de lucha contra la infección del ajo han demostrado ser exitosas en pruebas de laboratorio contra virus, bacterias y hongos. Un estudio publicado en 2012 en "Clinical Nutrition" señaló que se sabe que el ajo influye en diferentes tipos de células inmunes. Los investigadores realizaron un estudio doble ciego, controlado con placebo en 120 sujetos sanos para determinar la efectividad de los suplementos de extracto de ajo envejecido en la proliferación de células inmunes, así como los síntomas del resfriado y la gripe. Los participantes que recibieron el extracto de ajo añejo experimentaron síntomas reducidos de resfriado y gripe, debido en parte a una función inmune mejorada.

Beneficios de los probióticos

El yogur tiene probióticos. Crédito: George Doyle / Stockbyte / Getty Images

En su tracto digestivo existen cientos de especies de bacterias, que según los informes de la Escuela de Medicina de Harvard pueden desempeñar un papel importante en la función inmune. Algunas bacterias pueden ayudar a equilibrar el intestino y aumentar la cantidad de ciertas células T, que son un componente importante del sistema inmunitario. Un estudio publicado en 2009 en "Annals of the New York Academy of Sciences" encontró que las dietas suplementadas con probióticos tenían un profundo efecto sobre la función inmune en modelos animales. La suplementación redujo la inflamación, aumentó el recuento de células T intestinales, disminuyó los niveles de cortisol y mejoró la respuesta al estrés. Los investigadores concluyeron que la suplementación con probióticos puede estimular el sistema inmune sin ningún efecto dañino.

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