Una oleada de sangre en la cabeza cuando hace ejercicio es en realidad una respuesta normal: la sangre se bombea más fuerte en todas partes del cuerpo cuando hace ejercicio. El resultado, sin embargo, puede ser un dolor de cabeza por esfuerzo. Si el torrente sanguíneo no causa dolor de cabeza, pero lo hace consciente de que la sangre bombea en su cabeza, úsela como una señal para tranquilizarse y ver si la sensación se disipa.
Dolores de cabeza por esfuerzo
Los dolores de cabeza por esfuerzo son poco frecuentes y afectan aproximadamente al uno por ciento de la población. Sin embargo, es una condición diagnosticable que podría ser grave. Una característica de un dolor de cabeza por esfuerzo es que comienza poco después de que comienza la actividad física. Si un médico determina que la afección es un dolor de cabeza de esfuerzo benigno y no algo más grave, como un vaso sanguíneo estrecho que siente la presión del torrente sanguíneo al cerebro, el tratamiento inicial puede incluir evitar el calor durante el ejercicio, el uso de antiinflamatorios esteroideos y pérdida de peso.
Prevención
Para ayudar a prevenir las complicaciones de un torrente sanguíneo durante el ejercicio, tome algunas precauciones con anticipación. Por ejemplo, minerales como el zinc, el potasio y el magnesio pueden ayudar a mantener los vasos sanguíneos abiertos un poco más, mejorando así la circulación y disminuyendo los efectos de un dolor de cabeza por esfuerzo. El zinc se encuentra en nueces y semillas, mientras que el potasio se puede encontrar en los aguacates y las papas. El magnesio se envasa en productos integrales.
Fiebre de sangre saludable
Cuando estás estresado, ya sea por un ejercicio extenuante o porque algo te ha enojado, la sangre corriendo a tu cabeza es en realidad una señal de que tus arterias carótidas están funcionando bien y que tu presión arterial puede estar sana en lugar de estar demasiado alta. En un individuo sano, la respuesta del cuerpo al estrés debe ser la dilatación de los vasos sanguíneos, permitiendo que la sangre fluya más libremente hacia la cabeza.
Esté atento a la deshidratación
La misma sensación de que la sangre fluye hacia la cabeza cuando hace ejercicio puede ser un signo de deshidratación, y su sangre se vuelve un poco más espesa debido a la reducción de los niveles de líquidos en el cuerpo. Otros signos de deshidratación incluyen sed, por supuesto, pero también micciones menos frecuentes, mareos, fatiga y, a veces, latidos cardíacos rápidos. Asegúrese de tomar agua o bebidas deportivas que incluyan electrolitos antes, durante y después de su entrenamiento.