Tropezar en las escaleras, dejar caer un objeto en el pie o chocar accidentalmente con algo puede resultar en moretones en la piel. El envejecimiento, las deficiencias de vitaminas, ciertos medicamentos y el género también pueden hacerlo más susceptible a los dos tipos de hematomas: hematomas o equimosis. Estos tipos de hematomas difieren ya que la equimosis es una acumulación de sangre debajo de la piel que causa un hematoma morado y plano, mientras que los hematomas son más un coágulo de sangre que causa un área dolorosa y elevada. Ciertos nutrientes en su dieta pueden contribuir a la curación y prevención de hematomas. Asegúrese de obtener regularmente suficientes vitaminas C, K, B-12 y ácido fólico.
Fuentes de vitamina C
De acuerdo con las recomendaciones de la Clínica Cleveland, incorporar alimentos con vitamina C en su dieta puede ayudar a mejorar la respuesta de su cuerpo a un hematoma. Su cuerpo no puede producir este antioxidante, conocido por curar heridas y reparar tejidos, y requiere una reposición regular de los alimentos que come. La cantidad diaria recomendada es de 75 miligramos para las mujeres y 90 miligramos para los hombres. Comer una dieta equilibrada hace que sea sencillo elegir alimentos con mucha vitamina C. Prepare una ensalada con espinacas y pimientos rojos o verdes, refrigerio con piña fresca, melón o sandía y beba ocasionalmente un vaso de jugo de tomate bajo en sodio o vitamina C sin azúcar. Bebidas fortificadas.
Elegir alimentos con vitamina K
La vitamina K es un segundo nutriente necesario para curar contusiones. Una deficiencia de vitamina K puede provocar una coagulación lenta de la sangre y causar moretones más fácilmente. Para promover la coagulación sanguínea normal, la ingesta adecuada de vitamina K para adultos varía de 90 a 120 microgramos por día. Las principales fuentes de vitamina K son las verduras de hoja verde y pequeñas cantidades de aceites. Coma ensaladas con espinacas y col rizada, agregue acelgas o brócoli a las pastas o sopas y cocine con canola o aceite de oliva.
Importancia del folato
La recuperación de los moretones es apoyada por el folato, una de las vitaminas B. En los alimentos que requieren suplementos, el ácido fólico es una forma sintética de ácido fólico utilizado. Dado que este nutriente es necesario para la división celular y otros procesos, la ingesta regular alienta a su cuerpo a sanar después de sufrir un hematoma. La dosis diaria recomendada de folato se establece en 400 microgramos por día para las personas mayores de 14 años. Las personas en riesgo de deficiencia de folato son alcohólicas, mujeres embarazadas o en edad fértil y aquellas con trastornos de malabsorción. Elegir una dieta con frutas y verduras, legumbres, nueces y alimentos fortificados con ácido fólico puede ayudarlo a satisfacer sus necesidades diarias. Cene sopas con espinacas y frijoles o guisantes secos, seleccione naranjas o plátanos como bocadillos o consuma pan o pasta fortificada como parte de una comida.
Selección de alimentos con vitamina B-12
Una dieta rica en alimentos con vitamina B-12 puede promover la capacidad de su cuerpo para curar contusiones. Apoyar la producción de plaquetas para la coagulación sanguínea normal es una de las funciones de esta vitamina. La deficiencia de vitamina B-12 es común en ancianos, vegetarianos, personas con enfermedades gastrointestinales o anemia perniciosa y aquellos que han tenido cirugía bariátrica. La dosis diaria recomendada de este nutriente es de 2.4 microgramos para adultos. Este objetivo se puede alcanzar eligiendo alimentos suplementados o con vitamina B-12 natural. Seleccione platos principales con pescado, pollo o huevos, elija cereales fortificados en el desayuno y agregue lácteos bajos en grasa a su dieta para cumplir con la ingesta recomendada.