La música puede establecer el tono completo de su entrenamiento: puede motivarlo a esforzarse más, alentarlo a moverse más rápido y ayudarlo a relajarse en un tramo de enfriamiento. Cuando reconoces la fuerte conexión entre tus latidos y la música, puedes crear la lista de reproducción de ejercicios ideal de principio a fin.
Correlación entre latidos y música
Si alguna vez has tomado una clase de gimnasia grupal en el gimnasio, no eres ajeno a la idea de que la música puede desempeñar un papel importante en lo duro que estás trabajando. A menudo, el ritmo de la canción dicta el ritmo al que te mueves, ya sea que lo sepas o no. Es por eso que es importante comprender que ciertas canciones pueden ser más adecuadas para porciones específicas de su entrenamiento.
Según el American Council on Exercise (ACE), la velocidad y el tempo de tu música se pueden descomponer en una ciencia. La organización dice que es ideal comenzar su calentamiento con una canción más lenta, aproximadamente de 120 a 126 latidos por minuto, y luego aumentar gradualmente la intensidad y la cadencia de latidos a medida que comienza la mayor parte de su entrenamiento.
Para el levantamiento de pesas y cardio general, ACE recomienda música entre 128 y 135 latidos por minuto. Simplemente agregue esta música más rápida e intensa después de su (s) canción (es) de calentamiento y su cuerpo naturalmente acelerará el ritmo, impulsando así una frecuencia cardíaca más rápida. Las canciones en el rango más alto de este espectro son fantásticas para entrenamientos de entrenamiento de intervalos de alta intensidad, donde desea esforzarse al menos al 80 por ciento o más de su esfuerzo máximo.
Para tu enfriamiento o estiramiento, selecciona música que tenga menos de 100 latidos por minuto. Este ritmo también puede ser apropiado para ciertas clases de yoga. Si eres un entrenador físico que busca música para tocar en un ambiente de clase, hay varias compañías que ofrecen música libre de regalías.
Explorando la música y el pulso más allá
Seleccionar una buena lista de reproducción de música tiene muchas ventajas para la salud además del ejercicio. Harvard Health Publishing informa que escuchar música también puede aliviar el estrés y la ansiedad e incluso mejorar la recuperación de los accidentes cerebrovasculares. Esto se debe a que la música no solo ayuda a regular su ritmo cardíaco, sino que también involucra muchas partes de su cerebro, incluida la atención, la memoria, la emoción y más.
Por las razones mencionadas anteriormente, la musicoterapia se ha convertido en un tema de investigación cada vez más interesante. Según la American Music Therapy Association, la musicoterapia es "el uso clínico y basado en la evidencia de intervenciones musicales para lograr objetivos individualizados dentro de una relación terapéutica por parte de un profesional acreditado que ha completado un programa de musicoterapia aprobado".
Es realmente sorprendente cómo se usa la música para mejorar la salud en general. Se ha demostrado que la musicoterapia es eficaz para apoyar a las personas con necesidades generales de rehabilitación física, facilitando el movimiento, aumentando la motivación de las personas para participar en su tratamiento y brindando apoyo emocional. También se ha utilizado en pacientes con trastorno de estrés postraumático, autismo, enfermedad de Alzheimer y más.
Es importante tener en cuenta que, además de los latidos por minuto, muchas organizaciones están de acuerdo en que las preferencias personales en la música (intereses, género, nostalgia, mensaje general de la canción) tienen mucho que ver con el éxito de esta terapia.