La obesidad se ha relacionado con varios riesgos para la salud, como enfermedades cardíacas, diabetes y cáncer. Además, la obesidad, que se define como un índice de masa corporal de 30 o más, también puede estar relacionada con dificultad para respirar, sibilancias y asma. Si sibila con frecuencia y sospecha que la obesidad puede estar relacionada, consulte a su médico para una evaluación.
Sibilancias
Las sibilancias ocurren cuando una persona respira a través de las vías respiratorias estrechas o estrechas, lo que produce ruidos agudos como silbidos que acompañan cada respiración. La obesidad es reconocida como una posible causa de sibilancias, informa la Facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts. Entre los niños obesos, la tasa de sibilancias se midió en casi el 70 por ciento en un estudio publicado en la edición de enero de 2011 del "Italian Journal of Pediatrics".
Asma
Además de las sibilancias, la obesidad también se ha relacionado con otros síntomas de asma, como tos, dificultad para respirar y opresión en el pecho. En particular, la obesidad parece estar fuertemente relacionada con el asma grave. En un estudio de personas obligadas a acudir a la emergencia por síntomas graves de asma, aproximadamente el 75 por ciento tenía sobrepeso u obesidad, informa un artículo publicado en la edición de abril de 2006 de la revista "Farmacología y terapéutica".
Apnea del sueño
El efecto de la obesidad sobre las sibilancias y el asma puede estar relacionado con un mayor riesgo de apnea del sueño y otras alteraciones del sueño entre las personas obesas. Las personas con apnea del sueño dejan de respirar durante breves períodos de tiempo mientras duermen, lo que provoca un sueño deficiente, somnolencia diurna y agotamiento. Las personas con sobrepeso u obesidad tienen un mayor riesgo de apnea del sueño, informa la Red de Información de Control de Peso.
Mecanismo
La razón por la cual la obesidad causa sibilancias y otras dificultades respiratorias no se comprende completamente. Una teoría es que los niveles más altos de grasa alrededor del cuello pueden contraer las vías respiratorias, lo que dificulta la respiración, especialmente cuando está acostado, explica la Red de Información de Control de Peso. Además, los altos niveles de grasa también pueden provocar inflamación de las vías respiratorias, lo que aumenta el riesgo de asma. La obesidad también aumenta el riesgo de reflujo gastroesofágico y reduce la capacidad pulmonar, lo que puede contribuir a las sibilancias y al asma, informa "Farmacología y terapéutica".