Una alergia es una respuesta inmune anormal a los agentes ambientales llamados alérgenos. El polen, la caspa de animales, los ácaros del polvo y las esporas de moho son alérgenos comunes. Una de las formas más familiares de alergia es la rinitis alérgica o fiebre del heno. Estornudos, secreción nasal, congestión nasal y picazón en los ojos y la garganta son síntomas típicos de la fiebre del heno. Los medicamentos diseñados para tratar las alergias a menudo causan efectos secundarios, como somnolencia, dolor de cabeza o membranas mucosas secas, por lo que muchas personas alérgicas optan por remedios alternativos, como el zinc.
El zinc apoya la función inmune normal
El zinc es un elemento metálico que se considera un oligoelemento esencial en la nutrición humana. El zinc participa en una multitud de procesos corporales, incluida la función inmune. El "Manual de Diagnóstico y Terapia de Merck" informa que la deficiencia de zinc en niños o adultos contribuye a la inmunidad deteriorada, y el asma, que con frecuencia está relacionada con alergias, es más frecuente entre los niños de madres con deficiencia de zinc.
La ingesta adecuada de zinc podría aliviar las alergias
Reflejando los resultados de varias otras investigaciones, un estudio de 1997 en "Thorax" demostró que la baja ingesta de zinc en la dieta estaba relacionada con un riesgo significativamente mayor de alergias. En marzo de 2011, los expertos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Edimburgo analizaron 62 estudios epidemiológicos y concluyeron que las deficiencias de varios nutrientes, incluido el zinc, se asociaron con una mayor incidencia de alergia y asma. Sin embargo, ninguno de los estudios fue aleatorio o cegado, por lo que los autores de la revisión admitieron que había al menos un riesgo moderado de sesgo en su análisis.
Fuentes de zinc
El zinc se encuentra en abundancia relativa en la mayoría de los alimentos de origen animal, incluidas las carnes rojas, aves y el hígado. Los granos enteros, las pacanas, las nueces de Brasil, las semillas de calabaza y la raíz de jengibre son buenas fuentes vegetales, pero parte del zinc en estos alimentos está unido por fibra y fitatos. Cocinar o enlatar elimina algo de zinc de los alimentos, ya que es relativamente soluble en agua. Los suplementos de zinc también están disponibles comercialmente.
Consideraciones y recomendaciones
La evidencia del beneficio del uso de zinc para la prevención o el tratamiento de alergias se basa principalmente en evidencia epidemiológica. Se han realizado pocos ensayos cegados, aleatorios y bien controlados para evaluar la relación entre el zinc y las alergias. Sin embargo, la deficiencia de zinc parece aumentar su riesgo de alergias. Los requerimientos diarios de zinc varían de 2 mg a 14 mg, dependiendo de su edad y sexo. Haas recomienda hasta 150 mg diarios de zinc elemental (una tableta de 220 mg de sulfato de zinc proporciona 55 mg del mineral elemental) para afecciones que requieren suplementación. El zinc se toma mejor con el estómago vacío para reducir la competencia con otros nutrientes, como el cobre.