Comer demasiada sal puede ser malo para su salud circulatoria. Tener altos niveles de colesterol malo también puede ser malo para su salud circulatoria. Comprender cómo ambos afectan la salud de su corazón y cómo interactúan, puede ser una de las mejores cosas que puede hacer para reducir el riesgo de problemas, desde la presión arterial alta, hasta un ataque cardíaco y un derrame cerebral.
Sobre el colesterol malo
La lipoproteína de baja densidad es el colesterol malo para el que se realiza un examen médico. Aunque es importante para la salud de sus tejidos, puede agruparse en el torrente sanguíneo. Esto obliga a su corazón a trabajar más para mover su sangre y aumenta su riesgo de problemas circulatorios. Su cuerpo produce colesterol LDL en respuesta a la presencia de grasas saturadas en su dieta.
Sal y colesterol
La sal no contiene grasas de ningún tipo, lo que significa que no estimula a su cuerpo a producir colesterol LDL o el colesterol HDL que puede reducir sus niveles de LDL dañino. Sin embargo, vale la pena señalar que los alimentos salados a menudo también son ricos en grasas, lo que puede aumentar sus niveles de colesterol malo.
Sal y tu corazón
El sodio en la sal puede aumentar su riesgo de hipertensión arterial, enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular. Aunque la mecánica detrás de esto no se comprende completamente, se debe en gran parte al hecho de que un equilibrio entre sodio y potasio es responsable de la función de su corazón. Alterar ese equilibrio puede causar problemas circulatorios.
Línea de fondo
La sal no afecta sus niveles de colesterol. Sin embargo, puede exacerbar los riesgos asociados con el colesterol alto por sí mismo aumentando su riesgo de hipertensión arterial, enfermedad cardíaca, ataque cardíaco o accidente cerebrovascular.