La gota, un tipo de artritis, afecta predominantemente a hombres y muy pocas mujeres después del inicio de la menopausia. Casi 3.4 millones de hombres sufren de gota en los Estados Unidos. Con una fuerte asociación entre la dieta y los brotes de gota, muchos enfermos de gota recurren a su dieta para ofrecer una solución para la inflamación articular dolorosa.
La historia de la gota
Anteriormente conocida como gota de la "enfermedad del hombre rico", se ha asociado más comúnmente con la riqueza, en la que las personas podían permitirse alimentos ricos y caros en abundancia. A medida que avanza la investigación, ahora podemos ver que la gota puede manifestarse como resultado de la dieta, el estrés, el alcohol o las drogas, el hambre o la presencia de otras enfermedades. Aunque ahora sabemos que la gota puede afectar a personas de diferentes niveles socioeconómicos, las recomendaciones dietéticas atraviesan todos los datos demográficos con el objetivo común de prevenir complicaciones.
¿Qué es la gota?
La gota es un trastorno metabólico en el que los niveles altos de ácido úrico provocan síntomas similares a los de la artritis. La descomposición de la purina, un compuesto que se encuentra en todas las células, incluidos los alimentos, crea ácido úrico. Con mayor frecuencia, la hinchazón, el dolor y el enrojecimiento de la articulación del dedo gordo, los tobillos y las rodillas se precipitan a medida que aumentan los niveles de ácido úrico en la articulación o el líquido sinovial. Los ataques de gota pueden ser agudos, durar de tres a 10 días, sin embargo, pueden volverse más crónicos y provocar ataques frecuentes de dolor e hinchazón.
Ingesta de sal
Aunque se han realizado pocas investigaciones sobre el impacto directo que tiene la ingesta de sodio en la gota, varias comorbilidades sensibles a la ingesta de sal, como la enfermedad renal, la diabetes, la hipertensión y los cálculos renales, señalan la importancia de una dieta baja en sodio. La investigación publicada en la edición de enero de 2002 de "The New England Journal of Medicine" afirma que reducir la ingesta de sal reduce significativamente la recurrencia de cálculos renales en los pacientes con gota.
Recomendaciones dietéticas
Además de una dieta baja en sodio, los enfermos de gota deben aspirar a consumir una dieta bien balanceada rica en productos lácteos bajos en grasa, frutas, verduras y baja en mariscos, carne de res, cerdo y carnes de caza. El consumo de proteínas principalmente de claras de huevo, nueces, mantequilla de maní y requesón bajo en grasa no está relacionado con una mayor incidencia de gota. Abstenerse de alcohol también se recomienda para prevenir brotes de gota.